Los videojuegos de carreras basados en la tradicional vista cenital son radicalmente distintos a los que ofrecen una cámara en primera persona desde dentro del propio vehículo y, en la mayoría de casos, resultan más adictivos. Dicha afirmación se cumple en el caso de Toy Cars.
Tras ser uno de los corredores de la primera carrera te costará dejar de jugar hasta que consigas completar todos los circuitos que incluye. Además, pone a tu disposición un completo editor para que diseñes todas las fases que quieras.
El apartado gráfico de Toy Cars mezcla la tridimensionalidad de sus coches con las dos dimensiones presentes en los circuitos.
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